¿Qué hace que un vino sea especial? Probablemente, un conjunto de características que dotan a dicho vino de carácter propio.
Ahora bien… ¿Son esas características objetivas o subjetivas? Como suele ocurrir en la mezcla de objetividad y subjetividad, de razón y de emoción, es donde a menudo se crean resultados sublimes.
Para crear este listado con 5 vinos especiales de Rioja hemos preguntado a los propios bodegueros sobre qué vino de su cosecha consideran más especial. Una decisión que a buen seguro no ha sido fácil, ni cómoda.
1. Grano a Grano de Bodegas Fernández Eguíluz
Desde Ábalos la familia Fernández Eguíluz tiene claro cuál es su vino más especial. Y aunque los datos a menudo se quedan cortos para describir un vino, en este caso son especialmente significativos 2 de ellos: los 550 kilos de uva que se han utilizado en su elaboración y las 166 horas de desgranado a mano.
Un capricho para dar visibilidad al potencial y el carácter del viñedo viejo. Tempranillos centenarios cultivados en vaso de las zonas media y alta de Ábalos, San Prudencio, El Parrujal y El Herrón.
Con una crianza en barrica nueva de roble francés de 14 meses, la primera añada en elaborarse fue la de 2016 con 526 botellas disponibles para degustar.
La etiqueta es una acuarela de José Uriszar artista riojalteño que va colocada sobre la botella, no pegada, para que puedas quedártela como recuerdo si así lo deseas.
2. El Sueño de Amado de Bodegas Ilurce
Desde Alfaro, la zona más oriental de la denominación la familia Ilurce elige como su vino más especial El Sueño de Amado y es que la historia detrás de este vino bien parece sacada de una película.
En 1918 Amador al que todos conocían como Amado celebró su boda y se fue junto con Julia, su mujer a Valencia de luna de miel.
El destino no fue casual, pues sabían que allí se estaban empezando a formar alumnos en enología, una formación que veían muy conveniente para sus futuros retoños. (La gente de antaño no daba puntada sin hilo.)
Como recuerdo del viaje trajeron a La Rioja una gavilla de sarmientos con variedades de la zona: bobal y una variedad blanca.
A su regreso injertaron dichos sarmientos en la viña La Casilla de Cabezorroyo, plantada en 1916 una viña centenaria con una historia única detrás de la que hoy se puede disfrutar El Sueño de Amado.
La vendimia se refrigera buscando que las uvas entren en depósito entre 4 y 6 ºC, consiguiendo una maceración prefermentativa en frío para obtener la máxima extracción de color y aromas. El vino ya elaborado pasa a barrica nueva de roble francés para su crianza durante 12 meses.
3. Valenciso Blanco 2022
Desde Valenciso en Ollauri eligen como su vino más especial VALENCISO Blanco 2022 por ser un vino que sorprende. “Es difícil encontrar vinos que sorprendan y nuestro VALENCISO blanco lo hace.” Asegura Carmen.
De pagos viejos de Ollauri, Haro, y Villalba cultivados en ecológico, en el norte de la Rioja Alta y suelos entre los 507 y los 610 metros.
Mezcla de viura y garnacha blanca criado durante 8 meses en barrica de roble.
Este vino destaca en boca por su textura, muy elegante y redonda. Una nariz sutil y diversa. Con gran equilibrio entre fruta y roble, muy fino, que permite una evolución hacia la cremosidad y la riqueza de matices.
Elegido recientemente entre los mejores vinos de Rioja para acompañar la cena que los chefs de estrella Michelin riojanos dieron para la OMT que se celebró en Logroño el pasado noviembre. También elegido en El País como uno de los 8 blancos más prometedores de La Rioja.
4. Resaco de Bodegas Betolaza
Desde Briones los hermanos Betolaza tienen claro que Resaco, su “abuelo garnachero”, es el vino más especial que elaboran.
La familia desconoce la fecha exacta de plantación de esta singular parcela situada a orillas del río Ebro entre las localidades de Briones y San Vicente de la Sonsierra. Sin embargo, se cree que fue anterior a la primavera de 1920.
Este terroir ocupa una parcela de 0,26 hectáreas, divida en dos por un ribazo, de terreno franco, sin cantos rodados, con suelo arenoso en la parte Norte gracias a la arena que se ha ido depositando tras las crecidas del Ebro y con vegetación espontánea ya que no utilizan herbicidas.
Un siglo y 5 generaciones después nace resaco un terruño de 1920 con vendimia nocturna y desgranado a mano que se ha convertido en el vino más especial de esta bodega familiar.
5. Rulei Viña Barracallo Renques de Chenin
Desde Badarán Adrián no duda al elegir cual es su vino más especial, y es que su blanco Renques de Chenin es único y exclusivo en la DOC Rioja.
Proviene de unos renques de Viña Barracallo de Chenin Blanc, la variedad blanca francesa por excelencia del valle del Loira, plantados con permiso experimental en 1985.
Este blanco tan especial pasa 6 meses en barricas nuevas de roble francés de 225l. Posteriormente reposa 10 meses en hormigón antes de su embotellado.
El resultado, 900 botellas únicas.
6. El Capricho de Ana de Bodegas Ruiz Alfaya
Para Ana Fernández, enóloga y propietaria de Ruiz Alfaya, su vino más especial es El Capricho de Ana por motivo doble.
Primero por que se trata de un vino muy personal que la viticultora decidió embotellar con la cosecha 2021 ya que fue una añada espectacular para la garnacha y decidió que había que elaborar ese viñedo por separado.
Y segundo porque a la hora de embotellarlo decidió llamar a la Asociacion Contra el Cáncer para colaborar con este vino con todas las mujeres que luchan día a día con el cáncer de mama.
El resultado, 1000 botellas de garnacha solidarias.
7. Ama y Ensancha el Alma Tinto de La Bodeguita Escondida
El proyecto de La Bodeguita Escondida nació cuando probamos vinos envejecidos que respetaban todos los aromas y sabores que una buena uva podía dar. Con el paso de los años conseguimos encontrar esas uvas que nos dieran la posibilidad de hacer ese vino que buscábamos.
Tempranillo, Garnacha y Graciano de Ollauri, Rioja Alta, proveniente de suelos arcillo-calcáreos y de un viñedo de baja producción. Recogida manual en cajas y fermentado en depósitos de 500 litros antes de envejecerlo durante 22 meses en barricas usadas de roble francés y americano. Para ponerlo a la venta después de, al menos, 24 meses de estancia en botella en nuestro calado.
En boca destaca por su intensidad en frutos negros ensamblada en perfecto equilibrio con las notas especiadas de su paso por barrica y la sedosidad y finura que le aporta el Tempranillo de este magnífico Terroir.
Con nuestra gama de “Ama y ensancha el Alma” conseguimos también otro objetivo que nos propusimos al crear La Bodeguita Escondida, que fuese también La Bodeguita Solidaria.
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